El Cabildo adquiere dos cuevas de gran interés arqueológico. ARTENARA

Cueva con grabados rupestres en Risco Caído (Artenara)

NOTICIAS
El Cabildo de Gran Canaria ha adquirido por 40.000 euros dos cuevas artificiales de gran interés arqueológico que fueron excavadas por los aborígenes de la isla en Risco Caído (Artenara), y que han visitado este viernes los consejeros de la corporación Auxiliadora Pérez y Larry Álvarez.

Las cuevas albergan grabados rupestres, entre los que destacan una serie de triángulos invertidos, tradicionalmente asociados a representaciones de vulvas femeninas, así como cazoletas y canalillos relacionados con un almogarén, según destaca el Cabildo en un comunicado.

La singularidad de la adquisición radica en la gran bóveda que corona una de las cuevas, todo un logro para la época en que fue excavada, así como su interés desde el punto de vista astronómico en una de ellas, ya que los aborígenes horadaron una especie de ventana para provocar un fenómeno que alcanza su plenitud en el solsticio de verano, cuando la luz incide en el interior bañando, sobre todo, el panel cubierto por los triángulos.

Álvarez ha destacado que "todos los investigadores consultados coinciden en que estábamos ante una oportunidad única para garantizar la salvaguarda, conservación, estudio y, en el futuro, disfrute de estas cuevas".

Las cuevas adquiridas por el Cabildo Insular son las número 6 y 7, y ésta última es la mayor del conjunto, con 70 grabados, una planta cuadrangular, con el suelo, techo y paredes rectas debido al minucioso labrado de la piedra.

El suelo está lleno de cazoletas o surcos circulares que hacen prácticamente imposible el tránsito por su interior. Por ello, durante mucho tiempo estuvo cubierto por una gruesa capa de estiércol y, para su uso como alpendre en épocas más recientes, fue necesario rellenar esos huecos con piedras.

Por su parte, la número 6 presenta el labrado más complejo del conjunto, está decorada con unos 30 grabados, es de planta circular con paredes y techos curvos, que forman una cúpula de más de cuatro metros de altura y, en cuya cima, se abre un orificio por el que penetra la luz.

EFE