martes, 23 de agosto de 2011

Una quincena entre sachos. LAS PALMAS DE G.C.

Jóvenes del campo de trabajo del aula de la naturaleza del Guiniguada
NOTICIAS
Recuperan senderos, promueven valores medioambientales y conocen Gran Canaria a fondo. Son quince jóvenes, de entre 19 y 30 años, llegados desde toda España para participar en el campo de trabajo medioambiental en la Fuente de Morales, en el barranco del Guiniguada.

No conocían Gran Canaria y mucho menos el paisaje y la biodiversidad que atesora. En quince días han aportado su granito de arena en la reconstrucción y acondicionamiento de viejos senderos y veredas de la Fuente de Morales, en el barranco Guiniguada, en lo que es para ellos sus vacaciones de verano. Son quince jóvenes, de entre 19 y 30 años, y veteranos de los campos de trabajo, que durante quince días compaginan el duro esfuerzo con el turismo más comprometido.

«Llevo viniendo a campos de trabajo desde que tenía diecisiete años y ya tengo 27, pero nunca había venido a uno en las Islas. Gran Canaria me ha sorprendido por el microclima y la biodiversidad que tiene», afirma el sevillano Rubén Domínguez.

La jornada para ellos en el campo de trabajo del Aula de la Naturaleza de la Fuente de Morales, arranca a las 08.30 horas de la mañana con un fuerte desayuno para afrontar una jornada de trabajo. Antes toca distribuir las labores del día. «Están divididos en seis grupos denominados con los nombres de varios espacios naturales de Canarias y van rotando en las actividades y tareas diarias», explica Ulises Ortíz, coordinador del campo.

Mientras unos miman el huerto ecológico con el que cuenta el aula, realizado en un campo de trabajo anterior, otros empiezan a acondicionar viejos caminos y senderos de la zona.

«Es una forma económica de hacer turismo, además de contribuir en la mejora de los espacios, en este caso naturales. Además hacemos amistades y disfrutamos de la experiencia. Llevo años viniendo a campos de trabajo», apunta Emilio Rosino, vecino del barrio madrileño de Leganes. De hecho, todos los elementos señaléticos y los caminos ya existentes en la Fuente de Morales son fruto de anteriores ediciones de los campos de trabajo. Además de conocer qué seres vivos habitan en la zona que están recuperando y cómo se formó la misma hace muchos milenios. «Lo que más me ha llamado la atención es la variedad del clima de la isla y el ritmo de vida y la forma de ser de los canarios. Me he sorprendido para bien. Viven en una isla envidiable y llena de encanto», añade Rosino.

Las mañanas están destinadas al trabajo físico más puro y a la confección de materiales para la difusión de valores medioambientales. Las tardes están repletas de talleres y excursiones para conocer la isla a fondo. «En la visita a las Canteras les explicamos cómo se formo la playa y la barra y que animales habitan en la playa. Es una forma de que conozcan la isla fuera del binomio turístico del sol y la playa», añade Ortíz.

Jacob, Magüi, Juanjo, David y Ulises, de la UTE Ambiental Canarias, que gestiona la empresa Limonium, se encargan de descubrirles la cara más apasionante de Gran Canaria.

Carlos S. Beltrán

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